Vivo con el reloj clavado en las 3 de la tarde...
(Las tres. Las tres, siempre es demasiado tarde o demasiado temprano para lo que uno quiere hacer. Momento absurdo de la tarde. Hoy es intolerable.
Un sol frío blanquea el polvo de los vidrios. Cielo pálido, borroneado de blanco. El agua de las alcantarillas estaba helada esta mañana.
Digiero con pesadez, cerca del calorífero; sé de antemano que es un día perdido. No haré nada bueno, salvo, quizá, cuando haya caído la noche.)
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