lunes, 3 de diciembre de 2012

No hay olvido para vos, sólo eterno agradecimiento. Y no quisiera que la distancia me transmute en monstruo, que me mal pienses o cuestiones sin sentido alguno mi sinceridad mientras estuve a tu lado. Ojalá que todo eso no pase y que me sepas perdonar, nos sepas perdonar. Quisiera saber algo de vos, poquito. Al menos tener la certeza de que no me odias, aunque temo que sí. Lo cual está mal, malísimo. Pero te entendería, las cosas fueron raras, tal vez depositaste mucha confianza en mí y yo no creo haberla traicionado, sólo que pusiste más espectativas que las que debías, soy muy errante para tanto. Te pido disculpas de todos modos, yo no quería joderte, era lo último ¿qué digo? ni si quiera lo último, era lo impensable. Pero porque uno no quiere pensar en eso, porque si uno fuese racional siempre debería saber que uno siempre corre esos riesgos. Aunque creo y espero que el tiempo o Abraxas o Dios  o quién concha fuese me de la razón de que fue lo mejor para los dos, y que no era un cliché eso del respeto a ambos y demás. Yo me encontré con esa certeza, lo cual me hizo relativamente fuerte, o al menos convencido que para conservar nuestro bien estar, lo mejor era el final. Me costó digerirlo, lo admito. Pero siempre quise cuidarte, y todo eso fue parte de esa intención final: cuidarte. Cuidarte por cariño, no por invalides tuya ni nada parecido. Espero que te haya quedado siempre claro eso, que no necesitabas de mi ni de nadie para ser, para poder seguir adelante, para tomar decisiones, ni para nada parecido. Sos una mujer entera, que no necesita ninguna muleta, aunque a veces te confundas y pienses lo contrario. Ojalá, insisto: seas muy feliz, mucho mas de lo que fuiste conmigo lo cual es por demás de posible, que hagas lo que quieras y que lo disfrutes siempre y te calles nunca.
Una vez más: Gracias, las experiencias junto a vos me hicieron crecer muchísimo como persona.
Ni si quiera se si lo vas a leer, pero aclaro que la intención no es molestar, sólo que se me ocurre que es la forma menos invasiva de comunicártelo.

jueves, 27 de septiembre de 2012

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.

El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.

Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.

Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.


Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico

ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigos
y qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
dejame entrar
te quiero
menos mal que te quiero.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puedo ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.


Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.

Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico

vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecía
que iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertesque lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo eso
maravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarse
a usar el mundo
pero los niños que así vienen
muertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo

vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemos
lo que pudimos haber sido
para él
que no pudo ser nuestro
qué más
acaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llevale flores
que yo también iré contigo.


No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.

Ahora la última nube a resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.

El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente.

Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.

Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.

viernes, 17 de agosto de 2012

La pérdida del dialogo ahoga el compromiso que nace entre las personas y que puede hacer del propio miedo un dinamismo que lo venza y les otorgue una mayor libertad. Pero el grave problema es que en esta civilización enferma no sólo hay explotación y miseria, sino que hay una correlativa miseria espiritual. La gran mayoría no quiere la libertad, la teme. El miedo es un síntoma de nuestro tiempo. Al extremo que, si rascamos un poco la superficie, podremos comprobar el pánico que subyace en la gente que vive tras la exigencia del trabajo en las grandes ciudades. Es tal la exigencia que se vive automáticamente, sin que un sí o un no haya precedido a los actos.

E. S.



martes, 7 de agosto de 2012

"El arte fue el puerto definitivo donde colmé mi ansia de nave sedienta y a la deriva. Lo hizo cuando la tristeza y el pesimismo habían ya roído de tal modo mi espíritu que, como un estigma, quedaron para siempre enhebrados a la trama de mi existencia. Pero debo reconocer que fue precisamente el desencuentro, la ambigüedad, esta melancolía frente a lo efímero y precario, el origen de la literatura en mi vida."

La resistencia.

viernes, 27 de julio de 2012


Mi abuela -que no era tuerta- me decía:

"Las mujeres cuestan demasiado trabajo o no valen la pena. ¡Puebla tu sueño
con las que te gusten y serán tuyas mientras descansas!

"No te limpies los dientes, por lo menos, con los sexos usados. Rehúye,
dentro de lo posible, las enfermedades venéreas, pero si alguna vez necesitas
optar entre un premio a la virtud y la sífilis, no trepides un solo instante:
¡El mercurio es mucho menos pesado que la abstinencia!
"Cuando unas nalgas te sonrían, no se lo confíes ni a los gatos. Recuerda que
nunca encontrarás un sitio mejor donde meter la lengua que tu propio bolsillo, y
que vale más un sexo en la mano que cien volando
"

Pero a mi abuela le gustaba contradecirse, y después de pedirme que le buscara
los anteojos que tenía sobre la frente, agregaba con voz de daguerrotipo:

"La vida -te lo digo por experiencia- es un largo embrutecimiento. Ya ves en
el estado y en el estilo en que se encuentra tu pobre abuela. ¡Si no fuese por
la esperanza de ver un poco mejor después de muerta!...
La costumbre nos teje, diariamente, una telaraña en las pupilas. Poco a poco
nos aprisiona la sintaxis, el diccionario, y aunque los mosquitos vuelen tocando
la corneta, carecemos del coraje de llamarlos arcángeles. Cuando una tía nos
lleva de visita, saludamos a todo el mundo, pero tenemos vergüenza de
estrecharle la mano al señor gato, y más tarde, al sentir deseos de viajar,
tomamos un boleto en una agencia de vapores, en vez de metamorfosear una silla
en un transatlántico.

Por eso -aunque me creas completamente chocha- nunca me cansaré de repetirte
que no debes renunciar ni a tu derecho de renunciar. El dolor de muelas, las
estadísticas municipales, la utilización del aserrín, de la viruta y otros
desperdicios, pueden proporcionarnos una satisfacción insospechada. Abre los
brazos y no te niegues al clarinete, ni a las faltas de ortografía.
Confecciónate una nueva virginidad cada cinco minutos y escucha estos consejos
como si te los diera una moldura, pues aunque la experiencia sea una enfermedad
que ofrece tan poco peligro de contagio, no debes exponerte a que te influencie
ni tan siquiera tu propia sombra. 
¡La imitación ha prostituido hasta a los alfileres de corbata!"


Oliverio G.

viernes, 6 de julio de 2012

A Vicente

Debo decirte
con anticipadas disculpas
que Altazor ahora habita y convulsiona en mí


El antipoeta
nacido en la última década
del siglo crítico


Ni el cosmos del XXI
comprende 
la belicosis
donde me parí


Ya salté
me deje caer
et mon parachute
ne pas ouvrir


Yo que perdí mi mirada
en el último barco
que con su sirena
el alma despidió


Encontré a la mujer
con la que tengo
un nexo metafísico


Tengo la cara
raspada por la última
estrella que me rozó


Sigo cayendo
porque la tierra
atrae como cautiverio
a animal
temeroso de la libertad


El miedo de ser
dibuja jaulas
en mi mente


Hay trazos peligrosos
que marcan
direcciones de abismos


La última confianza
saltó conmigo
y quedó
enganchada en un cumulunimbus
esperando la colisión
para mutar
en una precipitación
que riegue mi gran angustia


Las golondrinas me saludan
y yo mudo
solo emito
guturales sonidos
de pánico
del rito de palabras
ahorcadas en mi tráquea


Mi grito tiene agarofobia
mis manos a veces
se crispan
con el caer


Otras veces
el llamado de la gravedad
suena bien
y muy leve me siento
entonces 
comienzo a planear


Yo me pregunto si ella
sabrá que yo soy Alter Altazor
y si se atreve
a volar
volar o caer
porque quien
hace apología del vuelo
culmina aterrizando
que no es más 
que otra victoria del descender


Lo que más me gusta
de este viaje
es la adrenalina
de pensar en mi mejor sospecha:
ne jamais ouvrir mon parachute
y recorrer
el temblor del cielo
como si nunca tuviera fin.

jueves, 5 de julio de 2012


Estás alicaído, estás dudando,
no te alcanzan las pruebas ni las preces,
cada Dónde te ofusca, cada Cuándo.


sábado, 23 de junio de 2012

Aunque te den un blackberry o te digan que estás "gorda", o te reten por llorar si retan a algún animalito y por más que muchas cosas más. Sabes que no hay de qué preocuparse, porque siempre vas a contar con mi complicidad, para retarte (en secreto y voz bien bajita) o para bancarte en nuestros proyectos de arte, o mientras lavamos la moto, para ver los simpsons y en todas tus picardías. Porque te amo incondicionalmente, tanto a vos como a tu hermana (obviamente).





Sobre los hijos como cosas:

Resulta que uno no puede opinar sobre la crianza de los hijos de otros porque "cuando tengas hijos vos, crialos como quieras". Pero me parece que usted, Señor Padre tan capaz que se cree para su rol no es un ingeniero y por ende, no le estoy dando indicaciones ni opiniones de cuánto hormigón ponerle a una columna. Lo que usted (por desgracia) "tiene" en sus manos es una personita, un ser humano como usted -o no, por suerte-. Entonces creo que debería admitir opiniones de terceros o al menos, realizar una autocrítica. 
Ah y por favor, si usted tiene una relación de mierda con su mujer y no puede ponerse de a cuerdo ni en cuántos minutos poner a calentar la mamadera de la criatura, procure mejorar eso. 
En caso contrario, lo único que hace es sembrar confusión y miedo en el mejor de los casos y en el peor -y más factible- en devenir de unos años lo único que él va a sentir por ustedes es odio y desconfianza.
Y no me voy a olvidar nunca cuando le pedí que lo único que yo quería era que no cometa los errores que cometió conmigo y lo único que hace es repetirlo, potenciados en bárbaros.Muestra de su desensibilización, de su vida rodeada de muros de ignorancia y fracaso.