martes, 22 de diciembre de 2009

Con el perdón de Carlos Solari.

"Las despedidas son: esos dolores dulces".

Reflexión sobre las despedidas:
¿Por qué decir adiós sólo toma unos segundos, pero la despedida se prolonga tanto en el tiempo?
Tiempo que en casos, se hace eterno. ¿Será una celebración de las contradicciones?
También he notado que muchas despedidas, son con desgano, esto pasa creo yo cuando el ‘te dejo’, ‘no te jodo más’, ‘es por vos’, ‘adiós’, etc. Se repite muchas veces, como si ese adiós se resignara a consumarse.
A veces, los finales parecen forzados. Alguien fue capaz de cuestionarse ¿por qué había que terminar? Si, éste se opone con total necedad, y rara vez suele ser un punto y a parte. Lo suele seguir unos puntos suspensivos, dándole lugar a un ‘hola como estás?’, unas semanas después de ese adiós.
Creo yo, que el sabor de las despedidas, SIEMPRE es amargo y por consecuencia doloroso.

De textos viejos e inconclusos #2

Carta inconclusa a nadie/Dios:

Sólo te pido que de los alpes nubosos desciendas,
Un instante en la tierra te bastará...
Podrás comprender que es la maldad,
Algo por ella debes hacer,
Qué es la fe?
Por qué yo no la he de entender?
A ti te rezan y tu pecas?
Ellos pecan y tu perdonas?,
Qué control tienes sobre esto,
Tienes algo de control?
En ti no creo,
Mucho menos en tu clero,
Despide a tus representantes,
Sólo están para ensuciarte,
Condena la pederastia,
Admira la fiesta pagana,
Devuélvenos el amor,
Afianza la paz,
La guerra has de abolir,
O a caso tienes un pacto con el diablo?
Que haya justicia te pido,
Que se borre la palabra mendigo,
Que arda tu vaticano y el oro se reparta,
Multiplica los pescados en África,
En América del sur reparte coraje,
Reflorece la libertad,
Los sueños no nos debes quitar,



Los 70, el miedo y ella.



No tocan timbre, arremeten
No piden permiso, arremeten
No piden identificacion, arremeten.
Gritabas no!
Mientras ellos gritaban GOL!
Las masas festejaban y a vos te picaneaban.
Ahora a Dios imploras y el te ignora,
fuerte apretas tus puños sudados,
arden las quemaduras de sus cigarros,
duelen los gritos de los encarcelados,
llantos de bebe de la celda de al lado,

te ahogan en la mas amarga pena.
Ya no sabes que sucede alli afuera,
olvidaste cómo brillaba el sol,
la noche en ése húmedo cuarto es eterna.
Cerras los ojos un instante para en tu familia pensar,
hasta que escuchas las botas de otro militar,
Que nuevamente te quiere torturar,
y vos... No dejas de preguntar ¿cuanto tiempo más?

De textos viejos e inconclusos #1

(encontre escritos muy viejos, casi todos incompletos)

Algo pesimista:

Un mar de sensaciones,
invade mi cuerpo,
pensando no descanso,
ahogado en este eterno vaho de frustraciones,
mi futuro se lo llevo alguna multinacional,
me lo cambio por un infierno,
peor dolor que una madre llorando,
un amor negado,
por desgracia hasta el cielo ha sido comprado,
reclamo mi dignidad ante el banco de los deseos,
una mujer se llevó mi ultimo suspiro,
el pasado me avasalla
y el presente me agobia,
no queda por qué luchar,
pesimista me dirán,
lo se, lo soy,
yo no pedí nacer,
el mundo el sueño me quita,
mis pasos son los de un demente,
que no puede aceptar a la gente,
gente que es como uno o no,
gente al fin.
Es una sociedad insociable,
todos hablan nadie oye,
todos tienen nadie comparte,
y cuando todos oyen nadie habla,
se perdió el respeto,
se abolió la dignidad,
el amor es inexistente,
la esperanza ya no está latente,
el odio es emergente,
una bala calló las masas,
que dejaron de gritar,
se esconden al llorar,
el miedo que arremete como caballería de la federal,
cierro los ojos intento parar,
mierda! el cerebro me va estallar.

Me gustaría


Me gustaría saber si lo nuestro no se dio por mi falta de belleza
o sólo porque para quererme te faltó destreza.
Debo yo reconocer que a vos te entregué todo,
y así le quité emoción a la cosa,
visto que me quedé sin nada para ofrecer(te).
Me gustaría saber si yo no te hice sentir mi querer
o si fue muy tarde la mañana en que te dije que te amé,
ésa fue la última vez que te hable.
Me gustaría saber si te dolió,
tanto como a mí esa despedida.
Me gustaría que me quisieras tanto como me necesitaste.
Me gustaría de tu perfume impregnarme,
con sólo un abrazo.
Me gustaría no tener éste insomnio,
bajo el cielo medio estrellado,
dedicándote estas líneas que no se cuánto te las mereces.
Me gustaría que: una vez en la vida,
mis ganas sean coherentes con la realidad.
Me gustaría, por pura necedad mía:
hablarte, preguntarte cómo estás y que vos me cuentes.
Y no sabes cuántas cosas mas me gustarían.
(Un poco, muy pretencioso. De otra manera, no sería yo)